En invierno, secar la ropa se convierte rápidamente en un verdadero quebradero de cabeza. Frío intenso fuera, humedad persistente dentro… El resultado: ropa que huele a humedad, toallas que permanecen húmedas durante horas y ventanas cubiertas de condensación. Sin embargo, existe un truco sencillo y tremendamente eficaz: un botón desconocido de la lavadora. Si se utiliza correctamente, permite acelerar el secado de la ropa sin esfuerzo y decir adiós a los malos olores de la humedad.
¿Por qué la ropa se seca mal en invierno?
En cuanto bajan las temperaturas, tender la ropa fuera se convierte en una misión casi imposible. El aire frío frena la evaporación y la ropa permanece húmeda durante demasiado tiempo. En el interior, el problema no es mejor: el agua que se evapora satura el aire, favorece la condensación y convierte la casa en un invernadero húmedo.
El resultado: ropa que tarda días en secarse, olores desagradables, arrugas incrustadas que complican el planchado y, en algunos casos, aparición de moho en las paredes. En resumen, un fastidio que conocen bien los hogares sin secadora.
Afortunadamente, hay un gesto sencillo que lo cambia todo: utilizar el famoso botón de centrifugado adicional.
El truco para secar: el centrifugado reforzado
Muchas lavadoras disponen de un botón discreto, a menudo denominado «centrifugado adicional», «centrifugado reforzado» o «ciclo de centrifugado aislado». Sin embargo, son pocos los que lo utilizan a diario.
Y, sin embargo, este pequeño botón marca la diferencia. Vuelve a poner en marcha el tambor a gran velocidad, sin añadir agua ni aumentar la factura de la luz. El resultado: se expulsa aún más humedad de las fibras textiles antes incluso de que la ropa se ponga a secar.
Es como si exprimiéses una esponja por segunda vez: se elimina mucha más agua y el secado es mucho más rápido.
¿Cómo funciona el centrifugado adicional?
El principio es sencillo: la máquina hace girar la ropa a alta velocidad gracias a la fuerza centrífuga. El agua residual se expulsa y las fibras conservan mucha menos humedad que después de un centrifugado convencional.
- Para los tejidos gruesos (vaqueros, toallas, sábanas), un ciclo adicional es especialmente eficaz.
- Para los tejidos delicados, la mayoría de las lavadoras ofrecen un modo delicado que preserva las fibras al tiempo que elimina más agua.
¿El resultado? La ropa sale del tambor más ligera, menos húmeda y más rápida de secar, incluso en una habitación fresca.
Ventajas concretas en el día a día
Pulsar este discreto botón significa:
- Ahorrar varias horas (o incluso un día entero) en el tiempo de secado.
- Evitar los olores de la ropa húmeda y la condensación en las ventanas.
- Reducir el riesgo de moho en la casa.
- Disminuir el tiempo de planchado, ya que la ropa bien escurrida se arruga menos y se alisa más fácilmente.
Otra ventaja nada desdeñable: la ropa se vuelve más ligera de transportar, lo que hace que la tarea sea más agradable y menos agotadora.
Consejos adicionales para secar más rápido
Por supuesto, el botón mágico no es la única ventaja a su disposición. Si combina el centrifugado reforzado con algunas buenas prácticas, maximizará sus posibilidades de tener la ropa seca en un tiempo récord:
- Coloque el tendedero cerca de una fuente de calor suave (radiador, estufa, ventilación mecánica controlada).
- Cree una corriente de aire con una ventana entreabierta o un pequeño ventilador.
- Utilice un deshumidificador para absorber la humedad ambiental.
- Sacuda cada prenda antes de tenderla para liberar las fibras.
- Deje suficiente espacio entre las prendas para que circule el aire.
- Tienda pequeñas cantidades en lugar de sobrecargar el tendedero.
Con estos sencillos gestos, incluso los apartamentos sin balcón ni secadora pueden disfrutar de ropa seca y saludable, incluso en pleno invierno.
Errores que hay que evitar a toda costa
Por el contrario, algunos hábitos ralentizan el secado:
- Superponer varias prendas gruesas en la misma barra del tendedero.
- Cerrar herméticamente la habitación sin ventilarla nunca.
- Subir la calefacción al máximo, lo que seca el aire pero no acelera la evaporación.
Es mejor apostar por un calor moderado y una ligera renovación del aire, en lugar de sobrecalentar innecesariamente.
¿Por qué adoptar este truco a partir de este invierno?
Al utilizar este botón olvidado de su lavadora, ahorrará tiempo, energía y preservará la calidad de sus tejidos. Ya no tendrá que cruzar los dedos para que la ropa se seque antes del día siguiente: con un centrifugado reforzado, la tarea se vuelve mucho más fácil de gestionar.
Es un pequeño hábito que lo cambia todo. Una ropa mejor centrifugada significa un hogar más saludable, un día a día más ligero y una factura energética más controlada. Entonces, ¿por qué privarse de ello?
