¿Inmediatamente al final del ciclo o después de unos minutos para dejar que se enfríe? El momento de abrir el lavavajillas es una cuestión fundamental para garantizar una vajilla limpia y una máquina duradera.
Tu lavavajillas favorito acaba de terminar su ciclo. Si bien es evidente que abrirlo es fundamental, aunque solo sea para guardar la vajilla, la pregunta es más bien ¿cuándo hacerlo? Este gesto anodino, a menudo descuidado, es el secreto para una vajilla sin marcas y un aparato duradero, que incluso las amas de casa (¡y los amos de casa!) más experimentados pueden desconocer.
Entonces, ¿hay que abrirlo en cuanto suena la señal, esperar unos minutos para que se ventile y se enfríe, o incluso dejar la vajilla una o dos horas al calor? ¡Cada uno tiene sus pequeños hábitos y técnicas!
Si usted es de los que esperan a que todo se enfríe para abrirlo, se equivoca, ¡está en el camino equivocado!

Inmediatamente después de que termine el ciclo, debe entreabrir un poco el lavavajillas. Y esto por varias razones.
Una vez finalizado el lavado, dejar la puerta entreabierta permite que el vapor caliente se escape inmediatamente en lugar de estancarse y condensarse en la cuba. De este modo, la vajilla se seca más rápidamente y se forman menos marcas de agua.
Y lo que es mejor, esta entrada de aire fresco evita que se instalen los malos olores persistentes. Este sencillo gesto es un arma formidable que también reduce significativamente el riesgo de moho, que a menudo se ve favorecido por la humedad encerrada en el aparato aún caliente. Al adoptar este reflejo, protege tanto la higiene de su vajilla como la longevidad del propio aparato.
En algunos modelos de última generación, ni siquiera tendrá que preocuparse por esta cuestión, ya que ellos se encargan de ello por usted.

Marcas populares como Bosch, Electrolux o Whirlpool incorporan una revolucionaria función de apertura automática: al final del ciclo, la puerta se entreabre lo justo para dejar circular el aire. De este modo, la ventilación se realiza sin necesidad de intervenir, lo que limita el riesgo de olvidos y garantiza que el interior del lavavajillas se mantenga perfectamente fresco y seco.
Basta con ventilar la habitación durante unos minutos para eliminar el resto de humedad. Sin embargo, un último consejo: no deje la puerta abierta demasiado tiempo. Una ventilación prolongada podría, por el contrario, atraer polvo, migas e incluso insectos indeseables. Para obtener un resultado óptimo, le recomendamos que espere entre 30 minutos y 1 hora después de abrir el lavavajillas para vaciarlo y volver a cerrarlo.